El desabastecimiento de componentes. concretamente los llamados microchips, que está castigando la producción de automóviles en la factoría de Citroen en Vigo, trae una consecuencia tremenda en forma de 800 despidos.

Se trata de trabajadores jóvenes, todos ellos eventuales, que habían sido contratados por la fábrica de Coia para producir vehículos en el turno de trabajado del fin de semana que, de momento, se cancela debido al desabastecimiento de esos componentes.

Las paradas forzosas en la fábrica de CITROEN está generando un efecto dominó en el sector en el resto de Galicia, por la cantidad de auxiliares y proveedores que dependen del gigante vigués.

En total, según estimaciones de los sindicatos del sector, desde enero la automoción gallega ha mandado para casa a más de 20.000 trabajadores, de una plantilla total de más de 28.000 (incluidos los 7.500 de Stellantis-Citroen). Todas estas empresas tienen en vigor expedientes de regulación temporal de empleo desde el pasado enero, que en breve tendrán que volver a ser revisados si las paradas de la factoría principal  continúan.