El plan de ahorro energético tiene tres medidas estelares. Las dos primeras entran en vigor este miércoles 10 de agosto. La última, el 30 de septiembre.:

  • limitación de la temperatura en el interior de los locales de concurrencia pública que cuenten con sistemas de climatización. El aire acondicionado en verano a 27 grados; y la calefacción en invierno a una temperatura máxima de 19 grados.
  • apagado de escaparates a partir de las diez de la noche
  • e instalación de un sistema de cierre de puertas para evitar las fugas de frío o calor.

El aire acondicionado a 27 grados y la calefacción a 19 grados.

Estas limitaciones son para el interior de edificios y locales destinados a usos administrativos como oficinas, vestíbulos y zonas de uso público); a uso comercial (tiendas, supermercados, grandes almacenes y centros comerciales); y de concurrencia pública. Entre estos últimos se encuentran los recintos culturales (teatros, cines, auditorios, centros de congresos, museos y salas de exposiciones); los de actividades recreativa, restauración (bares, restaurantes y cafeterías) y transporte (estaciones de bus y tren y aeropuertos).

Pero la norma establece que puede haber excepciones. Y las habrá allí donde rija una normativa sectorial, como la de los supermercados o tiendas de alimentación, que podrán mantener una temperatura menos elevada para garantizar la seguridad alimentaria. También en los establecimientos de hostelería u otros donde se desempeñe un trabajo que obligue a ir de un lado para otro, en los que primarán las normas de seguridad y salud laboral. Podrán bajar el aire a 25 grados. En los trabajos sedentarios, como oficinas, sí regirán los 27 grados. También habrá excepciones a ese límite de temperatura para negocios como los gimnasios y las peluquerías, así como colegios, universidades, centros de salud o hospitales. También en el interior de buses, trenes y aviones.

Apagado de escaparates.

El alumbrado de escaparates deberá mantenerse apagado desde las 22 horas así como la iluminación de edificios públicos que a esa hora estén desocupados». Esta norma de ahorro energético no regirá para el alumbrado ornamental de monumentos, salvo que se trate de edificios públicos desocupados a partir de las diez de la noche. Por tanto, monumentos como la catedral de Santiago o la muralla romana de Lugo no tendrán que apagar su iluminación obligatoriamente. Tampoco afectará al alumbrado navideño, salvo que el Gobierno decida más adelante lo contrario.

Cierre automático de puertas.

Es la medida más polémica del plan de ahorro energético porque obligará a muchos locales a realizar una inversión económica para adaptarse y, además, en un plazo ajustado. Disponen hasta el 30 de septiembre para instalar un sistema de cierre de puertas adecuado, el cual podrá consistir en un sencillo brazo de cierre automático de las puertas, con el fin de impedir que estas permanezcan abiertas permanentemente, con el consiguiente despilfarro energético.