En menos de dos meses, los concesionarios de automóviles tendrán que cerrar ejercicio y se encuentran con stocks acumulados y muy malas perspectivas de ventas debido a las limitaciones que vienen imponiendo las autoridades para combatir la pandemia.

De modo que ahora los concesionarios tienen un nuevo as en la manga para hacer más atractivas las ventas en este cierre del año: evitar el impacto fiscal de la nueva normativa de emisiones que engordará la factura de la compra hasta en casi un 5 % más a partir del 1 de enero. Entre los 1.500 y 3.000 euros, según el modelo.

Otro de los ganchos para estimular las ventas es la estrategia de las automatriculaciones. Es decir, disponer de unidades de kilómetro cero listas para estrenar con descuentos de hasta el 20 % en su precio.