Inglaterra jugará por primera vez en su historia una final de Eurocopa y lo hará en su estado fetiche, Wembley, contra la selección de Italia que eliminó -a penaltis- a España en la semifinal del martes.

Precisamente Inglaterra evitó llegar a esa tanda final de lanzamientos, gracias a un penalti señalado por Makkelie, el árbitro de la contienda, por un dudoso derribo de la defensa danesa al delantero inglés Sterling, que transformó Harry Kane, después del rechace inicial del portero Schmeichel.

De modo que el domingo, a las nueve de la noche y de nuevo en el estadio londinense de Wembley, la final de esta Eurocopa será un Inglaterra/Italia que promete muchas emociones.