En España, ser presidente del Real Madrid o del Barcelona concede mayor repercusión mediática y más conocimiento en la opinión pública que muchos ministros y ministras del Gobierno. Un status al que acaba de renunciar Josep María Bartomeu que ayer dimitió como máxima mandatario del club culé. También dimite el resto de la junta directiva. La decisión se produjo para evitarse perder una moción de censura a la que una mayoría de los socios del  Barça querían someter a Bartomeu y su directiva.

Ahora el proceso obliga a nombrar una junta gestora que rija los destinos del Barcelona Club de Futbol hasta que se convoquen unas nuevas elecciones que presumiblemente podrían tener lugar en enero.