Diversos portavoces de asociaciones de hosteleros gallegos han expresado una manifiesta indignación ante las nuevas restricciones sanitarias que entrarán en vigor este martes 17, en una reacción de la Xunta que más bien ha parecido un berrinche ante el rapapolvos recibido con las decisiones del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.
Recordemos que, como el Tribunal Superior desestimó la petición de la Xunta de obligar que la hostelería solicite acreditación de vacunación para consumir en el interior de cafeterías, bares y demás establecimientos.
Ante la negativa de aval judicial, la Xunta ha decretado que desde este martes la hostelería de los ayuntamientos que se encuentren en nivel máximo tendrá que cerrar el interior de sus locales. Es decir, una medida que penaliza en exclusiva al concello de O Grove.
Asimismo, los establecimientos de municipios de nivel alto contarían con un aforo del 30 por ciento en interiores sin certificado Covid. Medida que castiga a los establecimientos de hostelería de Vigo, Pontevedra, Vilagarcía, Marín, Poio, Sanxenxo, Baiona, Porriño, entre otros muchos de la provincia.
En el caso del ocio nocturno, seguirá cerrado en los concellos con restricciones extrema y alta. En os pubs, discotecas y demás locales en concellos con restricciones de niveles medio y medio bajo se recortan aforos en interior a sólo el 30%.
«Estamos muy enfadados y muy apenados, esto nos rompe y no soluciona nada«, ha asegurado el presidente de la Federación de Hostelería de Pontevedra, César Ballesteros a la agencia Europa Press.
Ballesteros considera «ineficaces e incoherentes» las medidas de la Xunta de Galicia, puesto que «no detendrán los contagios«. «La gente que no pueda cenar en un restaurante de un municipio en nivel máximo, se irá al ayuntamiento de al lado, no se va a quedar en casa«, ha aseverado, para tachar la situación a continuación de «desastre económico«.