El alcalde Lores firmó la compra del convento de Santa Clara por el que el Concello pagó con el dinero de todos los pontevedreses, 3 millones 200.000 euros a la orden de las Clarisas. La operación se firmó en una de las notarías de la ciudad, después de meses de intensas y largas negociaciones que permiten a las Clarisas ingresar esos 3,2 millones de euros por un inmueble con 750 años de antigüedad y en un estado de conservación más bien deplorable.
Pero el Concello, particularmente el propio alcalde y sus concejales acólitos, «venden» la operación como un éxito «al incorporar al patrimonio municipal» ese inmueble. Aunque nada se nos ha dicho sobre los gastos de mantenimiento y conservación que acarreará el mantenimiento de ese inmueble en éste y próximos años.
Y la pregunta que surge a continuación, es: ¿ y para qué quiere la ciudad de Pontevedra, el convento, la huerta y demás instalaciones del recinto monacal ?