El gran evento de recreación medieval que pone el broche a las Fiestas de Verano de la ciudad de Pontevedra es otra de las víctimas que se cobra el coronavirus en este año aciago. Se mantiene sólo algo de la celebración pero reducida a establecimientos de hosytelería y con los aforos reducidos que hoy en día se permiten.
La concejala de responsable de Fiestas, Carme da Silva confirmó los recortes: no habrá ni el pregón a caballo del viernes, ni el espectáculo en A Ferrería que cada año inicia la Feira, ni el torneo medieval en la plaza de toros, ni las comidas ni cenas de particulares que montan decenas de mesas en las calles y plazas del centro histórico congregando a miles de personas.
Los establecimientos de hostelería sí podrán trabajar ese día, pero cumpliendo estrictamente las medidas que actualmente tiene en vigor la Xunta: reuniones de sólo 10 personas y en el espacio limitado de las terrazas autorizadas.
Con todo, la concejala de Festas hizo un llamamiento a los pontevedreses a que el 5 de septiembre se vistan de época y salgan a la calle manteniendo las medidas anticovid para vivir, aunque sea de una forma diferente, el regreso de la ciudad a la época medieval.