Pablo, el ex-novio de Deborah Fernández Cervera,  la joven viguesa que apareció muerta hace 20 años en una cuneta de una carretera en O Rosal, días después de su desaparición cuando practicaba footing cerca de Samil, estuvo dos horas en sede judicial para ser interrogado en condición de imputado o investigado.

Al parecer y por lo que han comentado los abogados de la familia, el ex novio se ha negado de contestar la mayoría de las preguntas. Al acudir a sede judicial en condición de investigado (imputado) por la muerte de Deborah, le asiste el derecho a no declarar.

Los hechos de lo que podría ser un crimen de violencia machista acaecieron en 2002 y desde entonces la familia y amigos de Deborah Fernández han reclamado la reapertura del sumario que finalmente consiguieron del juzgado nº2 de Tuy que además autorizó la práctica de nuevas pruebas forenses por lo que se exhumo el cadáver de Deborah. Estos nuevos análisis permitieron encontrar trazas de ADN masculino en las uñas de la víctima que provocaron que el juzgado imputase al ex novio como principal sospechoso.

Aún faltan por llegar otros resultados de pruebas periciales practicadas. Entre ellas, el volcado del ordenador de Deborah que al parecer fue borrado.