El Partido Popular forzó unas elecciones autonómicas anticipadas en Castilla-León con el propósito de ganar con mayoría absoluta desembarazándose de Ciudadanos, como hizo Isabel Díaz Ayuso en Madrid, meses atrás. Pero esta vez la maniobra no le ha salido a los de Pablo Casado. El candidato a la reelección como presidente de la comunidad, Alfonso Fernández Mañueco sólo podrá reeditar esa condición si la ultraderecha lo quiere ya que Vox tiene la llave de la situación.

El Partido Popular obtuvo 31 diputados y ya que la mayoría absoluta son 41, la clave es Vox que ha obtenido 13 escaños y pondrá sus exigencias para apoyar a Mañueco. «Vox tiene el derecho y el deber de formar gobierno en Castilla y León», fue el mensaje que el líder nacional del partido, Santiago Abascal ya lanzó anoche.

El PSOE quedó como segunda fuerza política en Castilla-León con 28 procuradores. Vox, tercera fuerza con 13 escaños.

Los resultados acreditaron que el movimiento de las candidaturas de la España vaciada que empezó en las últimas generales con la irrupción de «Teruel existe». En Castilla-León impresiona el impacto de formaciones como «Unión del Pueblo Leonés» (UPL) con 3 escaños, los mismos que ha obtenido la nueva formación «Soria ¡Ya!», y un escaño de «Por Ávila».

Ciudadanos queda al borde la extinción sólo con un escaño que desempeñará Francisco Igea, el anterior vicepresidente de la Junta de Castilla-León.

Y también Unidas Podemos se ha quedado reducido a un sólo procurador en las Cortes de esta comunidad.