Tanto nadar, tanto nadar para morir ahogado en la orilla. Es lo que le ha pasado al Deportivo de La Coruña con su sueño de volver a la Segunda División, con todo lo que comportaría para el equipo y para la ciudad. Pero los blanquiazules, pese al apoyo impresionante de 30.000 aficionados que abarrotaron Riazor, cayeron derrotados por el Albacete. 

El presidente del Deportivo, Antonio Couceiro y el consejo de administración de la entidad blanquiazul analizarán esta tarde la situación. Parece bastante probable que se decida prescindir del actual entrenador, Borja Jiménez al entender que la continuidad por tercer año consecutivo del Depor  en la tercera categoría del futbol español, requiere de decisiones.

Una plantilla de garantías, una afición de Primera y el «play off» en Riazor no bastaron para que el equipo de Borja subiese, tras desperdiciar varias situaciones propicias y caer 1-2 ante el Albacete en la prórroga.