La conselleira de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia no se anduvo con cataplasmas. Ethel Vázquez fue muy clara al afirmar que: «Coincidimos en que temos que prepararnos para un eventual empeoramento da situación», advirtió la conselleira, anticipando una probable declaración de alerta que tiene como finalidad garantizar el abastecimiento a la población.

Entre las restricciones que todos los concellos pasan a aplicar está buscar las fugas en las redes de abastecimiento que redundan en la ineficacia del sistema, la prohibición del uso del agua destinada a llenar piscinas, riego de jardines y otros usos lúdicos, baldeos, suprimir lavapiés y duchas en las playas y lavado de vehículos por los particulares.

Estas primeras medidas son previas a tener que realizar cortes nocturnos o tener que bajar la presión de agua en la red, que podrían llevarse a cabo si la situación de sequía se agrava y se eleva el nivel de alerta.

Ethel Vázquez, junto con la directora de Augas de Galicia, se reunieron con los representantes de los distintos ayuntamientos que beben del Lérez. La reunión tuvo lugar en la Delegación Territorial de la Xunta en Pontevedra. No fue Lores, el alcalde de Pontevedra sino la concejala responsable, Carme Da Silva. En cambio sí acudieron los  alcaldes de Sanxenxo Telmo Martín, la alcaldesa de Marín, María Ramallo, Félix Juncal, regidor de Bueu; Luciano Sobral, de Poio y el de Ponte Caldelas Andrés Díaz.