El juez instructor comunicó este miércoles que, por fin, concluyó la investigación del accidente ferroviario de la curva de Angrois del que están a punto de cumplirse ocho años. Y por tanto que, en breve, se celebrará juicio oral que habrá que fechar en próximos meses para depurar responsabilidades por los 80 fallecidos y 145 heridos por el siniestro del tren Alvia que descarriló en los accesos a Santiago.

Se sentarán en el banquillo sólo dos acusados: el maquinista del tren, Francisco José Garzón, y el exdirector de seguridad del ADIF, Andrés Cortabitarte. Ambos como supuestos autores de 80 delitos de homicidio por imprudencia grave profesional, de otros 145 de lesiones por la misma imprudencia y por un delito de daños.

Fiscalía solicita cuatro años de cárcel para cada uno de los acusados. Además, demanda que el maquinista sea inhabilitado para su profesión durante el tiempo de la condena. Para el exdirectivo del ADIF también pide la inhabilitación, durante el mismo período, para el ejercicio de cualquier profesión que implique gestión, seguridad o responsabilidad en infraestructuras ferroviarias. Ambos serán enjuiciados por el Juzgado de lo Penal número 2 de Santiago.

Asimismo se ha requerido a los dos investigados y, en su caso, a las aseguradoras, como responsables civiles directas, o a las entidades públicas Renfe Operadora y ADIF, como subsidiarias, para que presten una fianza de más de 57 millones de euros, todo ello con el objetivo de asegurar las responsabilidades pecuniarias que se les pudieran imponer en la sentencia. Además, el instructor les ha apercibido de que, de no prestarla, se les embargarán bienes en cantidad suficiente para asegurar esa suma.