En una protesta de hosteleros celebrada en Santiago de Compostela, se quemaron tres «mecos» que representaban al presidente del Gobierno de España, al titular de la Xunta de Galicia y al alcalde compostelano.
Pese a la intensa lluvia y ataviados con disfraces de viudas para escenificar el final del ‘Entroido’, decenas de hosteleros se concentraron ante la residencia oficial del presidente de la Xunta en Monte Pío.
La protesta, con ese toque de Entroido, fue por la prolongación del cierre del sector y para reclamar «un rescate real».
Con consignas como «salvar la hostelería» y «rescate real ya», los presentes han exigido un «rescate real y completo» que sirva para «sacar de la ruina a miles de negocios y a sus trabajadores» y la puesta en marcha del plan de desescalada que presentó la Xunta al sector.