Ya son 6.000 los vecinos de la isla canaria que han sido evacuados y realojados. El avance de las coladas de lava es imparable en su búsqueda hacia el mar, aprovechando las pendientes de la propia isla.
Esta mañana, en una nueva estimación, ya se informó que son 166 las viviendas destruidas por los ríos de lava que circulan por la isla.
Una de esas lenguas de lava, con una altura de seis metros, se dirige a menor velocidad hacia la costa oeste de La Palma.
El presidente de la comunidad canaria, Ángel Víctor Torres, ha pedido a la población que no se acerque a estos puntos por los riesgos para la salud de los gases que previsiblemente se generarán.
