El Gobierno de la Nación aprobó un nuevo estado de alarma por la pandemia que ha permitido que desde anoche entre en vigor el toque de queda en todo el territorio español -salvo Canarias-. Se trata de una restricción de la movilidad nocturna para evitar y acabar con botellones, fiestas ilegales y otros tipos de reuniones que estaban fomentando los contagios que se han disparado en todo el país.
El nuevo decreto establece el confinamiento nocturno desde las once de la noche a las seis de la mañana, aunque la Xunta tendrá la autoridad de adelantarlo o retrasarlo una hora. Así como de poder decidir si se prolonga más allá del 9 de noviembre. De hecho el Gobierno de la Nación ha faculyado que se pueda mantener hasta el 9 de mayo, si fuese necesario.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aprobó este nuevo estado de alarma en el consejo de ministros extraordinario celebrado ayer domingo. Se trata del vehículo jurídico que permite aplicar el toque de queda después de que se lo hayan pedido diez gobiernos autonómicos –seis de ellos, del PSOE–, con el objetivo de tener cobertura jurídica suficiente para endurecer las restricciones de movilidad y poder hacer frente al incremento de contagios de COVID-19.
Galicia, por su parte, a diferencia de estas comunidades autónomas, se mostró contraria a la aplicación del estado de alarma. La Xunta está «a favor» de establecer restricciones de la movilidad y de diferentes actividades, así como de actuar «con contundencia y con garantías» frente a la pandemia del coronavirus pero son tener que recurrir al estado de alarma. Aunque más bien parece una discrepancia semántica.