Las intensas lluvias que cayeron ayer a mediodía fueron una ayuda extraordinaria para los equipos de extinción de la Xunta, apoyados por cerca de centenar y medio de efectivos de la Unidad Militar de Emergencias. Sin embargo, esa inestimable colaboración de la meteorología llegó un poco tarde: los incendios – ambos intencionados -que comenzaron durante el fin de semana, han arrasado 1.500 hectáreas de terreno arbolado en plena Ribeira Sacra.

Durante estos tres días, los dos incendios han provocado cortes de tráfico en varias carreteras como la Nacional 120; cortes de tráfico ferroviario en la línea férrea con Ponferrada y León; cortes de luz y de comunicaciones telefónicas, y el desalojo preventivo de varios núcleos de población.

Durante la tarde del martes, la Consellería de Medio Rural anunció que los incendios habían sido estabilizados.