El presidente de la Xunta de Galicia empieza a resignarse y a aceptar que con el final del estado de alarma que decaerá el sábado, su gobierno deberá asumir el nuevo escenario legal y tendrá mucha menos capacidad para restringir libertades individuales.

Hoy se reúne, de tarde, el comité clínico que asesora a la Consellería de Sanidade y lo volverá a hacer el jueves para concretar el alcance de las normas gallegas para que empiecen a entrar en vigor ese mismo fin de semana. La reunión del órgano gallego será un día después de la del Consejo Interterritorial, convocado para este miércoles.

A partir del domingo cualquier limitación que se fije en Galicia tendrá que tener el aval judicial, al no haber el amparo del estado de alarma, pero Feijóo es optimista porque cuando no había estado de alarma las restricciones impuestas desde la Xunta siempre recibieron el visto bueno del TXG. «Estaban motivadas en base a criterios epidemiológicos y de forma metodológicamente correcta», explicó.