Alberto Núñez Feijoo está dando los pasos previstos y previos a su inminente proclamación como presidente nacional del Partido Popular, jefe de la oposición y de facto, candidato a presidente del Gobierno en las próximas elecciones generales en 2023.

De modo que Feijóo firmó este miércoles su dimisión como presidente de los populares gallegos, una renuncia que se hará efectiva a partir del viernes 1 de abril, cuando será proclamado líder de la formación en el congreso de Sevilla que dará por zanjada la etapa de Pablo Casado.

La renuncia de Feijóo como presidente del PPdeG es obligada, ya que los estatutos de la formación recogen que no es posible compaginar el liderazgo del partido a nivel estatal con el de la organización en Galicia. “Renuncio al honor de ser presidente del PP de Galicia, pero mantengo el orgullo de seguir siendo militante de este partido en la tierra donde nací y que me ha dado todo lo que tengo, y para la que seguiré trabajando desde la nueva responsabilidad que asumo a nivel nacional”, recoge la carta de despedida.

LA CUESTIÓN PENDIENTE

A la vuelta de Sevilla, Feijoo todavía compatibilizará por unas semanas su nueva responsabilidad con el cargo de presidente de la Xunta de Galicia y comenzará a concretar la fórmula que sigue para su sucesión.

En el plano institucional, cuando se produzca, la dimisión de Feijóo será un hito histórico en la Comunidad, ya que se convertirá en el primer presidente de la Xunta que deja el poder por voluntad propia –todos sus antecesores se fueron tras perder unas elecciones a excepción de Gerardo Fernández Albor, expulsado por una moción de censura–.

El proceso de sustitución está reglado. El Estatuto de Autonomía prevé el escenario. Si dimite el presidente, con él cesarán los miembros de su gobierno aunque seguirían en funciones hasta la toma de posesión del nuevo presidente y nueva Xunta.

El sucesor de Feijoo tiene que ser necesariamente diputado para ser propuesto para la investidura.

Como sólo el PP tiene mayoría absoluta, la propuesta que haga será exitosa.

La “previsibilidad” y la “estabilidad” son las dos características que los populares han asegurado que marcarán el relevo de Feijóo en la Comunidad, que también genera “incertidumbres” tras años de 16 años de fuerte liderazgo. En esta coyuntura, el vicepresidente primero, Alfonso Rueda, al lado de Feijóo desde sus tiempos de la oposición gallega, es con total seguridad el candidato a ocupar su puesto.