Viene a cuento el refrán de «cuando las barbas de tu vecino veas quemar, pon las tuyas a remojar».

Pues eso, España mira de reojo como Francia que ya probó con poca fortuna los toques de queda en París y otras ciudades, ha decidido confinarse de nuevo a partir del viernes y hasta el 1 de diciembre.

Macron ha pedido a los ciudadanos que permanezcan en casa, porque habrá actividades que puedan realizar como excepción al encierro domiciliario. Aunque los colegios aún seguirá abiertos y los trabajadores que no puedan trabajar en remoto podrán acudir a sus puestosSe podrá salir de casa también para ir al médico o atender a un familiar (incluidos los residentes en centros de mayores), hacer la compra o dar pequeños paseos por el entorno del domicilio. Sin embargo, los bares, restaurantes y comercios estarán cerrados. En este aspecto, el presidente francés conminó a la población a que utilice prioritariamente el servicio de comida a domicilio y la compra por Internet.

Además Francia cierra sus fronteras con España y demás países europeos con los que limita, al menos por quince días.

 

ALEMANIA TAMBIÉN

A partir del lunes 2 de noviembre, Alemania cerrará la hostelería así como el ocio, la oferta cultural y el deporte aficionado en espacios cerrados, aunque mantendrá abierta, mientras sea posible, la actividad escolar y el comercio. Asimismo, se limitarán a mínimos los contactos sociales y reuniones, anunció la canciller Angela Merkel que matizó que las medidas son por cuatro semanas con la intención de salvar las Navidades.

La jefa del Gobierno alemán advirtió que el objetivo es «evitar una emergencia sanitaria nacional», ante el avance de la pandemia.