Los expedientes de regulación de empleo temporales (ERTEs) se podrán prolongar hasta el 30 de junio para intentar dar oxígeno a las empresas y garantizar la continuidad de sus trabajadores que permanecerán cobrando del àro mientras sigan regulados por sus empleadores.

Según el acuerdo pactado y firmado por el Gobierno con los dos principales sindicatos del país (UGT y CCOO) y las patronales CEOE y CEPYME, entre los principales cambios está la distinción que se hará en los ERTE de fuerza mayor, que pasarán a estar divididos en fuerza mayor total y parcial.

Los de fuerza mayor total quedan reservados para aquellas empresas de sectores que todavía tienen hibernada su actividad y que seguirán exoneradas del pago de las cotizaciones a la Seguridad Social de sus empleados  (en el caso de las pymes totalmente).

Los ERTE de fuerza mayor parcial, se aplican a negocios que puedan ir retomando la actividad por la desescalada, aunque sea con restricciones, la fuerza mayor será considerada parcial. En estos casos, se incentivará el rescate de parte de la plantilla del ERTE, de forma que las empresas se podrán descontar hasta un 85 % de la cuota de los trabajadores que vuelvan a la actividad en el mes de mayo (y un 70 % en junio), mientras que por los que sigan en el desempleo solo se ahorrarán un 60 % de la cotización este mes y un 45 % el que viene. 

Para los sectores más afectados por la crisis, como el turismo o la hostelería, el acuerdo pactado y firmado por el Gobierno, sindiocatos y patronal, abre la puerta a prorrogar los ERTE por fuerza mayor más allá de estado de alarma, para lo que se constituirá una comisión técnica que analizará en qué casos será necesario prolongar estos ajustes.

Asimismo, el acuerdo flexibiliza la cláusula de mantenimiento del empleo tras la finalización de los ERTE. Así, se pacta que los seis meses de salvaguarda empiecen a contar cuando se reincorpore al primer empleado y no al término del estado de alarma. Además, se libera de este compromiso de mantener plantilla a las empresas en riesgo de entrar en concurso de acreedores.