Los deseos del rey emérito de poder regresar a España y en concreto, trasladarse a Sanxenxo a participar en las regatas de la temporada de vela junto con sus amigos y la tripulación del «Bribón», el barco que patronea Don Juan Carlos, se ven frenados por las dudas de la Casa Real y del presidente del Gobierno sobre la idoneidad del momento.
La última regularización fiscal que ha realizado el emérito no es suficiente para blanquear su figura ante la opinión pública. Este martes, tras el consejo de ministros, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha querido salir al paso. «A efectos de los compromisos fiscales o tributarios todos los contribuyentes son iguales», señaló. Montero respondió así a las «insinuaciones», incluso desde su socio de Gobierno, que veían trato de favor al emérito y aseguró que «la Agencia Tributaria es absolutamente profesional». No obstante, la ministra sí advirtió de que «las regularizaciones no terminan ningún proceso», sino que la Agencia Tributaria actuará comprobando si la regularización que ha presentado Don Juan Carlos es «completa y veraz».
Personas cercanas a Juan Carlos I apuntan que el rey emérito pretende volver a España en unas semanas para participar en Sanxenxo en una de las regatas de vela con su barco y su tripulación.
En la localidad pontevedresa Juan Carlos I se siente querido y cómodo, máxime con un alcalde como Telmo Martín que lejos de denostarle, desea el retorno del monarca.
Además el calendario de regatas es otro acicate para que Juan Carlos de Borbón desee volver a las Rias Baixas. El fin de semana del 20 y 21 de marzo se celebra la primera regata de la 6mR, la Copa de España de esta modalidad de embarcaciones deportivas por iniciativa del Real Club Náutico de Sanxenxo. Esa regata contó con la presencia reiterada del rey emérito hasta que se marchó de España y siempre que su salud se lo permitía.
El Bribón, la embarcación que capitaneaba normalmente sí estará presente, pero eso no quiere decir necesariamente que vaya a acudir el rey emérito porque este barco ha competido también en ocasiones en que Juan Carlos I no estuvo en Sanxenxo.
Cabe señalar también que el emérito mantiene con Sanxenxo un especial vínculo. No solo el puerto deportivo lleva su nombre, y el gobierno local de Telmo Martín se negó a cambiárselo por otro, sino que además fue aquí donde se reencontró con el mar después de sus operaciones que lo alejaron del mundo deportivo. No solo eso, en Sanxenxo ha disfrutado, por lo menos hasta ahora, de una tranquilidad muy grande frente al revuelo mediático de Madrid.