La Guardia Civil investiga para determinar responsabilidades en la muerte de un bañista en la playa de Silgar que fue arrollado por una lancha rápida. El suceso ocurrió el Viernes Santo y la víctima era el doctor coruñés, José Manuel Tábara, un prestigioso cirujano intraocular que había acudido a pasar las fechas festivas en Sanxenxo.
La Guardia Civil investiga este suceso, que se produjo en torno a las seis de la tarde del Viernes Santo, con la playa de Silgar llena. Varios testigos del accidente aseguraban que se pudo ver desde el arenal cómo la lancha, que circulaba a una velocidad alta, golpeaba al nadador, tras lo que sería recogido junto con su compañero por otra embarcación. Tábara, natural de A Coruña y de 59 años, llegaba ya fallecido al puerto deportivo de Sanxenxo, donde lo llevó la embarcación particular.
El accidente mortal ha reabierto el debate sobre la seguridad de los bañistas en las playas, que en el caso de Silgar ha podido quedar en entredicho tras este suceso. Aunque la investigación todavía acaba de comenzar, se valora una posible imprudencia de la embarcación, que según los testigos circulaba muy cerca de la costa.
En cuanto a normativa, ni la estatal ni la autonómica obligan a los concellos a mantener balizadas las zonas de baño durante todo el año, sino que pueden colocarse las señalizaciones únicamente en temporada alta. Así lo hace Sanxenxo, que también habilita su servicio de socorrismo en las playas del municipio a partir del 15 de junio, por lo que en Semana Santa no hay personal de emergencias presente en los arenales ni están divididas las zonas de baño del resto de la playa.
No obstante, la legislación sí que establece la obligatoriedad de reducir al mínimo el riesgo por parte de las embarcaciones, por lo que no podrán acercarse a menos de 200 metros de las playas, y en caso de hacerlo tendrá que navegar a velocidades inferiores a los 3 nudos. También se aplica esta norma para los bañistas, que no podrán alejarse más de 200 metros de la arena.