Las charangas, al igual que las orquestas pero con mayor ilusión por que sus elencos y movilidad son mayores, aguardan que a partir del 1 de julio, les llegue carga de trabajo.

Después de tres meses parados y muchas cancelaciones, esperan que se recupere la actividad festeira en Galicia y en consecuencia, la musical. Confían en las contrataciones de agosto para salvar la temporada. Pasarrúas, sesiones vermú y fiestas privadas, son actividades que creen que podrán realizar, pese a las restricciones sanitarias.

Como les ocurre a las orquestas, a los ayuntamientos y a las comisiones vecinales de fiestas, también las charangas aguardan que la Xunta de Galicia publique el protocolo sanitario que regule como han de ser las romerías, fiestas y demás eventos populares que se permitirán a partir del 1 de julio.