Como era de esperar el alcalde pontevedrés se victimizó y le echó las culpas a la empresa ENCE y al Partido Popular de las protestas que protagonizaron los trabajadores de la celulosa durante la lectura del pregón realizada el sábado en la Alameda. Los trabajadores prorrumpieron en gritos y pitidos que, sin duda, boicotearon el pregón de la Semana Grande de la Peregrina que pronunció Violeta Mosquera, batería del grupo musical «Bala».
Al término del pregón, la tensión se desató y el alcalde fue increpado por los trabajadores de ENCE que le culpan de llevarles a la situación extrema en la que actualmente se encuentran.
En una comparecencia realizada ayer lunes, el alcalde pontevedrés manifestó que «o que pasou no pregón foi, dende o meu punto de vista, violencia premeditada e planificada contra a cidadanía de Pontevedra e os seus máximos representantes», dijo.

Por su parte, el portavoz del PP de Pontevedra, Rafa Domínguez, acusó al alcalde de desviar la atención. «Basta ya, yo y el PP condenamos cualquier tipo de violencia. Esto es una situación desesperada de 500 familias que se ven en el paro por culpa de una decisión que es Lores». Y cuestionó la estrategia del regidor: «Lo único que pretende es desviar la atención. El problema es que el señor Lores ha puesto en la calle a 500 familias que no van a poder pagar la hipoteca o dar estudios a sus hijos, esa es la verdadera realidad. Yo condeno cualquier tipo de violencia y si hay algún responsable es Lores. No tengo nada que ver con estas cosas y desde luego es un triste intento de desviar la atención».