El acuerdo sobre respetar corredores humanitarios para que la población civil pueda salir de las ciudades ucranianas que está asediando el ejército ruso, fracasó estrepitosamente ayer. Incluso algunos fueron bombardeados y terminaron convertidos en una ratonera en la que murió gente que pretendía abandonar las zonas de conflicto.

Imágenes tan descriptivas como la foto de Diego Herrera, fotoperiodista de la agencia Europa Press que acompaña esta noticia y que refleja la crueldad de la guerra.

El Ejército de Putin continúa su asedio con misiles y artillería contra varias ciudades y regiones del país, especialmente en Járkov, la segunda mayor urbe de Ucrania, y contra Odesa, la tercera y que es además la llave del país hacia el mar.

Moscú afirma estar dispuesto a abrir hoy corredores humanitarios en varias ciudades, incluida la capital Kiev, para permitir la salida de civiles. Tanto Rusia como Ucrania se han acusado mutuamente de incumplir el alto el fuego en anteriores ocasiones. No obstante esta mañana, volverán a sentarse a negociar delegaciones de ambos países.

Por su parte, Vladimir Putin no piensa renunciar a sus objetivos y asegura que lo logrará «ya sea por la negociación -es decir, que Kiev se pliegue a sus demandas- o mediante la guerra». Así se lo dijo a su homólogo francés, Emmanuel Macron, en una llamada telefónica de dos horas.