Ambos incendios que comenzaron el jueves pasado y por tanto llevan una semana activos, han sido ya los dos más destructivos de los que han ocurrido en la historia de Galicia.
Las llamas aún se propagan con velocidad una semana después, aprovechando unas condiciones cambiantes, especialmente por el viento, y unas temperaturas que vuelven a ser muy elevadas, por encima de los 35 grados. Todo ello avivado por una superficie muy caliente y una vegetación que, tras semanas de sequía, le sirve de combustible para seguir consumiendo terreno.
Los incendios arrasaron ya más de 30.000 hectáreas. Cientos de efectivos luchan por mitigar las llamas, descontroladas en los grandes focos de O Courel y Valdeorras. En incendio sobre suelo lucense en la comarca de O Courel, ya se superaron las 10.500 hectáreas.
En el que ocurre en suelo ourensano, en la comarca de Valdeorras, también se han rebasado las 10.000 hectáreas afectadas. Por lo que ambos son ya los mayores incendios desde que hay registros en Galicia debido, sobre todo, al comportamiento del fuego y al abandono del campo, cada vez mayor aprovechamiento forestal y menor uso agrícola.