Los incendios forestales que en algunos casos empezaron el jueves pasado, a causa de las tormentas, y en otros se trata de siniestros posteriores, e incluso intencionados, han provocado que más de un millar de personas hayan tenido que abandonar sus aldeas en las provincias de Lugo y Orense, evacuados por orden de las autoridades.
Según una estimación provisional, ya son más de 17.000 las hectáreas afectadas por los incendios más voraces como el que comenzó en Carballeda y se expandió hacia O Barco y otros puntos de la comarca de Valdeorras. Las llamas ya afectaron a viviendas como vemos en la imagen anexa que corresponde a esa zona de Valdeorras.
El conselleiro de Medio Rural, José González manifestó esta mañana que los incendios como éste de Valdeorras están resultando complicadísimo de controlar, debido a lo que definió como «un comportamiento muy errático».