La ministra de Sanidad y catorce autonomías -todas las peninsulares menos Madrid- se han conjurado para impedir la movilidad entre las regiones durante la próxima Semana Santa para impedir los errores cometidos en Navidades que dieron lugar a la tercera ola que aún estamos superando.

Las comunidades autónomas y el Gobierno de la Nación acordaron cerrarse perimetralmente en Semana Santa para limitar los desplazamientos, y acotar la transmisión del virus. Todo con la idea de evitar una cuarta oleada que pueda complicar un verano abierto al turismo, el objetivo ahora prioritario de la inmensa mayoría de los líderes regionales.

No obstante, la decisión final sobre las vacaciones se tomará el miércoles de la próxima semana con un documento final elaborado en el que Sanidad planteará que las comunidades se mantengan cerradas, tal y como en la actualidad están todas salvo los dos archipiélagos, Extremadura y Madrid. Con la Semana Santa dada por perdida, la práctica totalidad de las consejerías autonómicas ya avanzaron que van a apoyar sin reparos la propuesta de Sanidad.