Esta mañana, en la sesión del control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, se ha producido la que cabe interpretar como la última intervención de Pablo Casado como líder del PP y jefe de la oposición.
En su turno de pregunta al presidente del Gobierno, Casado optó por hacer un breve discurso de despedida en el que afirmó que «entiendo la política para servir a España y a la libertad».
Sánchez le contestó que pese a la debilidad del PP, no aprovechará para convocar unas elecciones generales anticipadas y que agotará la actual legislatura. Inmediatamente después de la respuesta de Sánchez, Casado no utilizó el turno de réplica y se levantó de su escaño abandonando el Congreso. Un gesto que ya cabe leer en clave de despedida.
UNA SEMANA MUY REVUELTA
La crisis que vive el PP desde hace casi una semana sigue en una espiral de agravamiento. Lo que empezó con un supuesto caso de espionaje a Isabel Díaz Ayuso y un presunto tráfico de influencias de la presidenta de la comunidad de Madrid en favor de su hermano, ha acabado con la dimisión del secretario general del partido Teodoro García Egea, con la mayoría de los barones territoriales pidiendo la dimisión de Pablo Casado y éste, acorralado, decidiendo convocar un congreso extraordinario que probablemente le apartará de la presidencia del PP.
Por medio se han producido un goteo de dimisiones como la de José Luis Martínez Almeida como portavoz nacional del PP para centrarse en su cargo como alcalde de Madrid. Y una pléyade de declaraciones reclamando sentido común y responsabilidad para resolver esta crisis que parecen tener como destinatario final del recado al gallego Alberto Núñez Feijoo.
El desenlace se producirá probablemente esta noche pues está previsto que Pablo Casado se reúna a las 8 de la tarde con los barones territoriales y probablemente anunciará oficialmente su dimisión y la convocatoria de un congreso extraordinario.