El ministro José Luis Escrivá, responsable de la Seguridad Social planteó en la mesa de negociaciones a empresarios y sindicatos un nuevo reparto del aumento de las cotizaciones en los próximos diez años para rellenar la hucha de las pensiones antes de que llegue a jubilarse la generación del «baby boom».

La principal novedad en la propuesta de Seguridad Social ha consistido en repartir los costes de dicha cotización finalista entre trabajadores y empresas. El nuevo tramo sería del 0,6%, de los que un 0,4 corresponderá a la empresa y un 0,2% al trabajador.

La propuesta de crear esta cotización finalista como un mecanismo de equidad intergeneracional (MEI) que cubra el vacío dejado por la derogación del factor de sostenibilidad el pasado verano cayó como una bomba sobre el diálogo social la semana pasada.

Los empresarios, que llevan años señalando el peso que suponen las cotizaciones sobre su actividad, lo señalaron como una línea roja en las negociaciones. Lamentaron además que Seguridad Social les entregara una propuesta de gran calado en el apenas folio y medio que ocupa el borrador de lo que será una enmienda a la ley de Reforma de las Pensiones, texto que el Gobierno quiere cerrar el lunes que viene y empezar a tramitar, como muy tarde, el martes siguiente, seguramente tras aprobarlo en el Consejo de Ministros.