El gobierno portugués ha planteado el cierre del país por dos semanas, al menos, para sofocar el avance de la pandemia. La decisión final corresponde al presidente de la República, Antonio Rebelo que ya ha recibido la petición del primer ministro, Antonio Costa que entiende que es imprescindible por el aumento de muertes y hospitalizaciones por Covid.
Lo que aún no sabemos es como afectaría esta medida en las relaciones transfronterizas entre Galicia y Norte de Portugal que ya están actualmente condicionadas por el confinamiento de 120 municipios, muchos de ellos limítrofes con el España.