Anoche hemos vivido también en Galicia, la primera noche en toque de queda. Desde las once se notó un bajón casi absoluto del tráfico rodado y una mayor presencia de dotaciones policiales por las calles principales de las urbes y concellos de más población.

Valga como ejemplo esta estampa que publicamos de la avenida Rosalía de Castro en la ciudad de Pontevedra absolutamente desierta de peatones y vehículos, como atestigua la foto que tomamos pasadas las once y media de la noche.

Recordemos que los movimientos nocturnos estarán permitidos por cuestiones laborales, sanitarias o de asistencia. Es decir, que se puede acudir o regresar del trabajo, acercarse a una farmacia, a un centro de salud o a una clínica veterinaria, o desplazarse para atender a personas que requieran cuidados.

Pese a que no existe el confinamiento general, el Gobierno insiste en la importancia de permanecer en casa todo lo posible ante una situación extrema como la que vivimos.