Este fin de semana reabrieron los furanchos en Galicia.

En nuestra comunidad, estos establecimientos que son tan autóctonos, son más de medio millar. Realmente son casas particulares dedicadas a vender excedentes de vino que pueden servir con tapas de acompañamiento. Lo que les ha convertido en un símbolo de un modelo singular de hostelería.

Según la legislación vigente los furanchos pueden abrir tres meses, hasta el 30 de junio. Este año, a causa de la pandemia, los propietarios de los furanchos piden abrir excepcionamente en julio y agosto, quedando al abrigo de lo que decidan los respectivos ayuntamientos donde se ubiquen y que sean ellos los que regulen.