La Catedral recibe desde ayer miércoles de nuevo visitantes y permite el acceso para el culto, pero con un aforo limitado, un recorrido prefijado que solo se podrá recorrer en un sentido y sin la posibilidad de darle el abrazo al Apóstol.

Sólo se permiten un máximo de 200 visitantes al mismo tiempo dentro de la catedral compostelana, cuando antes la cifra podía rondar los 700 visitantes. Para el culto, se permite la entrada de 75 fieles (antes podían llegar a entre 900 y 1.100), que deberán recoger un número en la puerta de la Catedral previamente. No se pueden hacer reservas y deberá ocuparse el asiento que se haya asignado.

Además de las limitaciones en el número de personas que pueden estar dentro al mismo tiempo, habrá que usar mascarilla, estará disponible gel hidroalcohólico, deberán mantenerse las distancias y habrá que seguir el recorrido marcado.

Uno de los aspectos que cambia es que no se podrá dar el tradicional abrazo al Apóstol. Sí se podrá acceder, en cambio, a la cripta.

Tampoco se podrá entrar por el Obradoiro, puesto que este acceso se encuentra en obras, ni podrá volar el ‘botafumeiro’, que no tendría hueco para moverse con los andamios que están instalados en la actualidad en el interior de la basílica.