Como habíamos anunciado ayer, el Gobierno de la Nación en una otra decisión apuradísima y al límite resolvió otorgar un aplazamiento sin costes a 3,4 millones de autònomos y pymes que podrán demorar hasta el 20 de mayo el pago de las obligaciones fiscales que vencían entre hoy y el 20 de este mes.

Se trata de los pagos del primer trimestre del IVA así como los abonos fraccionados del IRPF y del impuesto de sociedades.

Para aquellos contribuyentes que tuvieran domiciliado el abono de los tributos y que, en consecuencia, los verían cargados este mismo miércoles en su cuenta, el Ministerio de Hacienda ha confirmado que también se les aplicará automáticamente la prolongación del plazo, de forma que no tendrán que pagar tampoco hasta el 20 de mayo.

Se pueden acoger todos los autónomos y pymes que facturen menos de 600.000 euros anuales. No obstante siguen pareciendo medidas tardías y rácanas. Tanto la patronal de la pequeña y mediana empresa (Cepyme) como las organizaciones colectivos de autónomos reclaman que el aplazamiento de los tributos se retrase al menos hasta julio, algo que el Gobierno de la Nación no se plantea, según dijo la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.