Las hipótesis sobre la muerte de Esther López, la mujer de Traspinedo (Valladolid) de 35 años cuyo cadáver apareció sin signos de violencia, perfectamente vestida y sin señales de deterioro después de 24 días desaparecida, siguen abiertas. Se barajan diversas posibilidades siendo la más probable la de quienes creen que el cuerpo fue colocado horas antes del hallazgo en la mañana del sábado, por persona o personas que querrían facilitar su localización.

Estaba colocado en una cuneta con la misma ropa con la que desapareció en una zona que ya había sido rastreada por voluntarios de las batidas vecinales durante varios días seguidos.

Los investigadores de la Guardia Civil de momento, no descartan ninguna hipótesis. Lo que sí que ha transcendido es que su cuerpo no presentaba signos externos visibles de violencia, en posición boca abajo y con la ropa puesta.