Hoy 30 de junio es el último día para presentar la declaración del IRPF, más conocida como «la renta». Es una mañana de nervios y sobrecarga de trabajo en las gestorías.
En este año, por las circunstancias especiales devenidas de la pandemia, se ha producido un atasco y muchos retrasos en la presentación del Impuesto. También ha influído que las oficinas de la Agencia Tributaria han permanecido cerradas durante meses y no todo el mundo se apaña con los trámites por internet.
Los contribuyentes que no cumplan a tiempo con la presentación del Impuesto de la Renta sobre la Personas Físicas, pueden sufrir entre un 5 y hasta un 15% de recargo a modo de sanción.