«AstraZéneca», industria farmaceútica española con vínculos en Galicia, informó de la paralización de las investigaciones de la vacuna de Oxford, una de los proyectos más ambiciosos de hallar una solución al coronavirus. El motivo de paralizar los estudios es que uno de los voluntarios que colabora en la investigación enfermó de modo inesperado lo que obliga a detener los trabajos.

AstraZeneca informó que interrumpe el ensayo clínico para lograr una vacuna contra la COVID-19, porque uno de los participantes sufre «una enfermedad potencialmente inexplicable», informó un portavoz de la compañía.

La noticia saltó por Estados Unidos difundida por la cadena de televisión CNBC y rápidamente dio la vuelta al mundo. En España y en Galicia es portada en todos los medios impresos, audiovisuales y digitales.

La vacuna que desarrolla AstraZeneca, junto a la Universidad de Oxford y cuya eficacia se estaba experimentando en EEUU, Brasil y Sudáfrica después de que el ensayo hubiera dado resultados positivos en sus fases iniciales, cuando se probó con mil personas en el Reino Unido. Además, los Gobiernos de Argentina y México, así como la fundación mexicana Slim, llegaron en el mes de agosto a un acuerdo con AstraZeneca y con la Universidad de Oxford para fabricar la vacuna en sus países y, luego, distribuirla a todos los países de Latinoamérica, con excepción de Brasil.