Lo que empezó siendo el problema de los microchips que tienen atenazada a CITROEN y todo el cinturón de empresas auxiliares de la automoción, ha seguido con una escasez de suministros de acero, aluminio, piedra, madera y otros materiales hasta llegar a proporciones de un problema grave de desabastecimiento.

Y las repercusiones se traducen desde los ERTE’s que afectan a los trabajadores de Citroen y auxiliares, hasta la modificación de presupuestos o el incumplimiento de plazos de entrega.

Precisamente hoy nos cuenta FARO DE VIGO que otra de las consecuencias se traduce en el sector de la construcción que sufre una “espiral continua” de contratiempos que ya provoca retrasos en la entrega de viviendas nuevas de “dos o tres meses”. Lo confirma el gerente de la Asociación de Constructores de Pontevedra (ACP), Javier Carballeda. Entre las causas, el desabastecimiento de materiales, el aumento de los costes del transporte, del tráfico de contenedores y de la energía. Una “tormenta perfecta” que afecta de forma global a una gran parte del planeta.